miércoles, 17 de marzo de 2010

GASTRONOMIA

GASTRONOMIA TABASQUEÑA







Sabrosa, original y exótica, así podría definirse la gastronomía tabasqueña. En las cocinas regionales se preparan singulares platillos de origen maya y chontal -una etnia de la región- auténticas delicias que se complementan con los potajes creados en los fogones coloniales, marcados por la sazón española.Esta sabrosa fusión gastronómica se ve enriquecida no sólo por el uso de ingredientes que no se consumen en otras partes de México (hierbas aromáticas, frutos y carnes); sino, también, en la manera de preparar los alimentos. Los matices culinarios de Tabasco son amplios y variados. Hay platillos con frutas y hierbas de la región, como la chaya, el chipile y el chile amashito, que le agregan un agradable sabor a los platillos. También destacan los guisos de carne de res y las exquisiteces a base de pescados y mariscos, especies abundantes en los ríos y lagos del estado.



La carta local ofrece aventuras exóticas a los paladares atrevidos, como el pejelagarto asado, un pez de delicado sabor que se captura en los ríos de la región. Se prepara al carbón y se acompaña con chile amashito y limón. Otra receta tentadora e irresistible es el chirmol, un guiso de raíces gastronómicas chontales muy parecido al mole. El ingrediente estelar es el pejelagarto, que se sirve sobre semillas de calabaza y epazote, una hierba aromática.
Adicionalmente, la cocina tabasqueña seduce a los paladares con una interesante variedad de tamalitos y empanadas. Pero también hay dulces, como la tortilla de coco, una mezcla de esta fruta y panela molida -pan dulce- que se cocina en un horno; y el dulce de papaya zapote (mamey), preparado con higo y miel. La lista de tentaciones incluye al pan de plátano, a base de mantequilla, harina, huevos, vainilla y bananos; y el dulce de guapaque, un apetecido fruto agridulce hervido en azúcar.

Y como toda buena comida debe acompañarse con algo para tomar, Tabasco ofrece a sus visitantes licores y bebidas de uso ritual, como el lliztle, un aguardiente a base de caña, uva, durazno o pera; y el balché, preparado con la corteza del árbol del mismo nombre, la cual se deja fermentar y se endulza con miel o anís.










Es consumida por los chontales como un tributo a la tierra. Las posibilidades no terminan ahí. Se debe incluir al atole agrio, elaborado con maíz fermentado y panela; el pozol con pixte, resultado de la mezcla del maíz hervido y pixte (la semilla del zapote colorado); entre otras peculiares bebidas.Pero más allá de las recetas regionales, en la ciudad de Villahermosa, capital del estado de Tabasco, el visitante encontrará más de un restaurante de comida internacional y establecimientos de comida rápida. Por esta razón, tanto los aventureros gastronómicos, como los conservadores que prefieren los sabores cotidianos, estarán bien atendidos.















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